TRES puntos, o lo que es lo mismo, un partido; eso es lo que separa a día de hoy al Real Jaén del liderato de grupo, de esa 'pole' que otorga la opción de jugarse el ascenso a cara cruz, a una sola eliminatoria. Del primer gran objetivo fijado por el club, una meta vista como casi imposible hace apenas tres semanas.
Es cuarto, con 15 puntos, por detrás de Melilla (18), Granada (17) y el Ceuta (16). Igualados con el Real Jaén están el Murcia B y el Caravaca, con 14 quedan San Roque, Écija (próximo rival) y Sangonera. El propio Cervera lo ha reconocido: no esperaba estar tan arriba tan pronto. No es el único, pero ya se sabe, esto es fútbol.
La principal diferencia es que ahora se marca (Fernando marca) y antes no. Vaya eso por delante. Pero es que eso es el fútbol y cuando se gana todo empieza a hacerse mejor, por inercia, al igual que cuando se pierde, un equipo que juega bien suele acabar jugando mal. Ha enlazado una racha espléndida (nueve puntos de nueve, siete goles a favor, cero en contra) que le ha situado de nuevo entre los mejores, ayudado por pinchazos de rivales directos.
El equipo ha entrado por primera vez en el play off. Ha tardado nueve partidos en llegar a esa posición de los cuatro elegidos. Pero ya está ahí, a una victoria de igualar los puntos que se tenían la liga pasada en la jornada diez. Da igual cuándo, lo importante es estar ahí al final de la jornada 38.
Su regreso a las alturas coincide y ayuda a una 'normalización' del grupo IV. Hay mucha igualdad, como se ha predicado por doquier, pero en el fútbol, en el largo plazo, suele imperar la lógica. Melilla, Granada, Ceuta y Real Jaén ocupan los puestos de play off. A nadie le extrañaría que quedara así en la última jornada; nadie se hará rico por haber apostado antes de empezar la liga por ellos.
El Real Jaén no sólo ha cambiado en cuanto a resultados, aunque sea lo más llamativo. Se ve más hecho, más formado, más adulto. Comienza a saber a lo que juega, a dominar el llamado otro fútbol, la picardía y el correr sin balón que pedía Cervera.
Falta continuidad
Con todo ello como base, el equipo tiene argumentos para tocar con criterio, se maneja bien con la pelota y puede hilvanar jugadas como la del gol al San Roque y otro puñado de la primera media hora. Ahora falta lograr la continuidad.
El plan maestro de Cervera es de sobra conocido por estos lares, la fórmula del éxito en Segunda B: portería a cero, aprovechar lo poco que se tenga. En los partidos en los que se ha perdido o empatado siempre se mostraba más enfadado por las ocasiones concedidas, muchísimo más, que por no haber aprovechado o creado las suyas.
Es cuarto, con 15 puntos, por detrás de Melilla (18), Granada (17) y el Ceuta (16). Igualados con el Real Jaén están el Murcia B y el Caravaca, con 14 quedan San Roque, Écija (próximo rival) y Sangonera. El propio Cervera lo ha reconocido: no esperaba estar tan arriba tan pronto. No es el único, pero ya se sabe, esto es fútbol.
La principal diferencia es que ahora se marca (Fernando marca) y antes no. Vaya eso por delante. Pero es que eso es el fútbol y cuando se gana todo empieza a hacerse mejor, por inercia, al igual que cuando se pierde, un equipo que juega bien suele acabar jugando mal. Ha enlazado una racha espléndida (nueve puntos de nueve, siete goles a favor, cero en contra) que le ha situado de nuevo entre los mejores, ayudado por pinchazos de rivales directos.
El equipo ha entrado por primera vez en el play off. Ha tardado nueve partidos en llegar a esa posición de los cuatro elegidos. Pero ya está ahí, a una victoria de igualar los puntos que se tenían la liga pasada en la jornada diez. Da igual cuándo, lo importante es estar ahí al final de la jornada 38.
Su regreso a las alturas coincide y ayuda a una 'normalización' del grupo IV. Hay mucha igualdad, como se ha predicado por doquier, pero en el fútbol, en el largo plazo, suele imperar la lógica. Melilla, Granada, Ceuta y Real Jaén ocupan los puestos de play off. A nadie le extrañaría que quedara así en la última jornada; nadie se hará rico por haber apostado antes de empezar la liga por ellos.
El Real Jaén no sólo ha cambiado en cuanto a resultados, aunque sea lo más llamativo. Se ve más hecho, más formado, más adulto. Comienza a saber a lo que juega, a dominar el llamado otro fútbol, la picardía y el correr sin balón que pedía Cervera.
Falta continuidad
Con todo ello como base, el equipo tiene argumentos para tocar con criterio, se maneja bien con la pelota y puede hilvanar jugadas como la del gol al San Roque y otro puñado de la primera media hora. Ahora falta lograr la continuidad.
El plan maestro de Cervera es de sobra conocido por estos lares, la fórmula del éxito en Segunda B: portería a cero, aprovechar lo poco que se tenga. En los partidos en los que se ha perdido o empatado siempre se mostraba más enfadado por las ocasiones concedidas, muchísimo más, que por no haber aprovechado o creado las suyas.
Aquel mensaje de que la defensa se puede entrenar, mejorar, fabricar; mejorar la forma de atacar, marcar más, es mucho más difícil. Por eso el gol es lo más caro en el mercado, da igual el nivel. Por eso los balones de oro, campeones del mundo con sonrisa 'profidén' al margen, suelen inflarse a goles.
Fernando, el 70% es gol
Y en este sentido sobresale la irrupción de Fernando, desatado como goleador nato. Siete goles en nueve partidos, pichichi del grupo y autor de más de dos de cada tres goles del equipo (el 70 por ciento, siete de diez). Una barbaridad. Y eso que él admite que le gusta jugar más con otro delantero, incluso un nueve puro, y lo está haciendo solo, solísimo en punta. Y Tejera, que sigue plantado en los dos goles en contra, uno más el equipo (el encajado por Dani Jara en El Ejido).
Total, que mientras que la defensa se descompone por las bajas (la lesión de Navarro se une a la de Fabios; Espín sí estará para Écija), el equipo se compone, no encaja, marca y sabe lo que se hace. De momento ya es cuarto.
Fernando, el 70% es gol
Y en este sentido sobresale la irrupción de Fernando, desatado como goleador nato. Siete goles en nueve partidos, pichichi del grupo y autor de más de dos de cada tres goles del equipo (el 70 por ciento, siete de diez). Una barbaridad. Y eso que él admite que le gusta jugar más con otro delantero, incluso un nueve puro, y lo está haciendo solo, solísimo en punta. Y Tejera, que sigue plantado en los dos goles en contra, uno más el equipo (el encajado por Dani Jara en El Ejido).
Total, que mientras que la defensa se descompone por las bajas (la lesión de Navarro se une a la de Fabios; Espín sí estará para Écija), el equipo se compone, no encaja, marca y sabe lo que se hace. De momento ya es cuarto.
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