Importante victoria del San Roque sobre la UD Melilla, que mete de lleno al conjunto lepero en la lucha por la zona alta de la tabla cuando han transcurrido ya 12 jornadas de liga. El partido tuvo dos partes bien diferenciadas, con un tiempo para cada equipo y con especial protagonismo para el fuerte viento que sopló sobre el Municipal de Lepe durante todo su desarrollo.
El choque tenía cierto aire de revancha para el San Roque después de la eliminación en Copa del Rey a manos del Melilla, aunque en la primera mitad el equipo local se vio superado casi todo el tiempo por el experimentado equipo norteafricano y, también, por el persistente viento. Los hombres de Andrés García Tébar tuvieron claro durante todo el primer tiempo la forma de buscar el área de Isaac. Balones largos desde el centro del campo o, incluso, desde la defensa, para que Chota los bajara y buscara las incorporaciones de sus compañeros de segunda línea.
En los primeros cinco minutos ya rondó el Melilla la puerta lepera, primero con un tiro de Zamorano desde la frontal que atajó Isaac sin muchos problemas, y la segunda ocasión, mucho más clara, en uno de esos balones ganados por Chota, pero Andrés Ramos echó el balón fuera junto al poste con Isaac totalmente vendido.
Pasados los primeros diez minutos de dominio visitante, el San Roque pudo estirarse un poco en busca del área melillense y gozó de un par de oportunidades para inquietar la portería de Dorronsoro, en un buen centro de Juan Villar desde la izquierda que cortó Povedano anticipándose al remate de Joaquín, y en un remate de Vicente a la media vuelta que el portero visitante mandó a córner junto a la escuadra derecha de su portería.
La última ocasión del San Roque en este primer periodo (m. 25), en una contra llevada por Vicente que Joaquín remató de tiro cruzado rozando el palo del marco melillense, fue el preludio del gol visitante. Después de varios córners sobre el área lepera, un balón suelto que nadie acertó a despejar, fue remachado a gol por Chota, (m.27) poniendo a su equipo en ventaja.
El gol fue la consecuencia lógica del dominio visitante, que, aun sin crear ocasiones claras de gol, siempre dio sensación de peligro cada vez que un balón volaba sobre el área lepera. Además, los hombres de García Tébar intentaron el disparo lejano cada vez que tenían ocasión, tratando de aprovecharse del viento para sorprender a Isaac. Manolo Pérez, el mejor del Melilla en este periodo, pudo aumentar la ventaja en un duro disparo desde la frontal del área que Servando desvió a córner cuando el balón buscaba la portería de Isaac.
El Melilla se fue al descanso con la sensación de que podía tener una mayor ventaja en el marcador, pero Servando y Alfonso en el centro de la defensa, y Chema por delante de ellos, evitaron que el dominio visitante se tradujera en goles.
La segunda parte fue otra historia bien distinta. Tomás Rodríguez -ayer Ceballos vio el partido desde la grada por estar sancionado- dejó a Nando y Vicente en los vestuarios, dando entrada a Navarro y Chapi. Un medio de creación y un jugador de banda por dos mediocentros. Los cambios a punto estuvieron de dar fruto inmediato. A los 20 segundos de la reanudación, Chapi se interna por la izquierda, su centro lo baja Joaquín con el pecho en el punto de penalti y el remate del delantero aurinegro a la media vuelta obligó a Dorronsoro a empezar el trabajo que le esperaba en esta segunda mitad.
Ahora, con el control de Chema en el centro del campo y con la iniciativa del juego en manos de Navarro, el San Roque intentó aprovechar que eran ellos los que tenían el viento a favor. Añete y Juan Villar, que en el primer periodo apenas habían aparecido, comenzaron a entrar en juego con el apoyo de Chapi moviéndose por todo el frente de ataque.
Tras varios minutos con el juego parado por la lesión del central visitante Povedano, que tuvo que abandonar el terreno de juego con luxación de clavícula (m. 49), el San Roque comenzó a asediar el área del Melilla, hallando fruto a este buen arranque con el golazo de Añete, que se encontró un rechace de la defensa en el borde del área y de volea mandó el balón a la escuadra.
El Melilla pudo adelantarse de nuevo en un gran disparo de Andrés Ramos a la media vuelta desde el borde del área, que envió Isaac a córner en una gran intervención. El San Roque también tuvo su oportunidad en un remate de Chema a una falta lanzada por Navarro que anuló el árbitro por un dudoso fuera de juego, y a continuación Andrés Ramos también tuvo la suya, tras un buen pase interior de Manolo Pérez que le dejó solo ante Isaac, pero el portero lepero le gano la partida al delantero del Melilla.
Este intercambio de ocasiones acabó con la jugada que al final sería decisiva para el resultado del partido. Juan Villar le manda un buen pase a Añete con el exterior del pie a la espalda de la defensa melillense; Dorronsoro sale de su portería para intentar evitar el remate del autor del empate lepero, pero lo que se encontró fue su pierna. El árbitro señaló el correspondiente penalti que se encargó de transformar Joaquín (m. 75), culminando la remontada lepera.
El Melilla no se resignó a irse de vacío del Municipal y buscó el gol del empate dejando muchos huecos a la espalda de su defensa. Sin embargo, la defensa del San Roque y el gran trabajo de Chema en el centro del campo evitaron que el equipo lepero pasara muchos apuros para aguantar el resultado.
El problema para el San Roques fue que no 'mató' el partido cuando tuvo ocasión de hacerlo, quedando expuesto a cualquier accidente hasta que el arbitró no decretó el final del partido, en el minuto 54 de la segunda mitad.
El choque tenía cierto aire de revancha para el San Roque después de la eliminación en Copa del Rey a manos del Melilla, aunque en la primera mitad el equipo local se vio superado casi todo el tiempo por el experimentado equipo norteafricano y, también, por el persistente viento. Los hombres de Andrés García Tébar tuvieron claro durante todo el primer tiempo la forma de buscar el área de Isaac. Balones largos desde el centro del campo o, incluso, desde la defensa, para que Chota los bajara y buscara las incorporaciones de sus compañeros de segunda línea.
En los primeros cinco minutos ya rondó el Melilla la puerta lepera, primero con un tiro de Zamorano desde la frontal que atajó Isaac sin muchos problemas, y la segunda ocasión, mucho más clara, en uno de esos balones ganados por Chota, pero Andrés Ramos echó el balón fuera junto al poste con Isaac totalmente vendido.
Pasados los primeros diez minutos de dominio visitante, el San Roque pudo estirarse un poco en busca del área melillense y gozó de un par de oportunidades para inquietar la portería de Dorronsoro, en un buen centro de Juan Villar desde la izquierda que cortó Povedano anticipándose al remate de Joaquín, y en un remate de Vicente a la media vuelta que el portero visitante mandó a córner junto a la escuadra derecha de su portería.
La última ocasión del San Roque en este primer periodo (m. 25), en una contra llevada por Vicente que Joaquín remató de tiro cruzado rozando el palo del marco melillense, fue el preludio del gol visitante. Después de varios córners sobre el área lepera, un balón suelto que nadie acertó a despejar, fue remachado a gol por Chota, (m.27) poniendo a su equipo en ventaja.
El gol fue la consecuencia lógica del dominio visitante, que, aun sin crear ocasiones claras de gol, siempre dio sensación de peligro cada vez que un balón volaba sobre el área lepera. Además, los hombres de García Tébar intentaron el disparo lejano cada vez que tenían ocasión, tratando de aprovecharse del viento para sorprender a Isaac. Manolo Pérez, el mejor del Melilla en este periodo, pudo aumentar la ventaja en un duro disparo desde la frontal del área que Servando desvió a córner cuando el balón buscaba la portería de Isaac.
El Melilla se fue al descanso con la sensación de que podía tener una mayor ventaja en el marcador, pero Servando y Alfonso en el centro de la defensa, y Chema por delante de ellos, evitaron que el dominio visitante se tradujera en goles.
La segunda parte fue otra historia bien distinta. Tomás Rodríguez -ayer Ceballos vio el partido desde la grada por estar sancionado- dejó a Nando y Vicente en los vestuarios, dando entrada a Navarro y Chapi. Un medio de creación y un jugador de banda por dos mediocentros. Los cambios a punto estuvieron de dar fruto inmediato. A los 20 segundos de la reanudación, Chapi se interna por la izquierda, su centro lo baja Joaquín con el pecho en el punto de penalti y el remate del delantero aurinegro a la media vuelta obligó a Dorronsoro a empezar el trabajo que le esperaba en esta segunda mitad.
Ahora, con el control de Chema en el centro del campo y con la iniciativa del juego en manos de Navarro, el San Roque intentó aprovechar que eran ellos los que tenían el viento a favor. Añete y Juan Villar, que en el primer periodo apenas habían aparecido, comenzaron a entrar en juego con el apoyo de Chapi moviéndose por todo el frente de ataque.
Tras varios minutos con el juego parado por la lesión del central visitante Povedano, que tuvo que abandonar el terreno de juego con luxación de clavícula (m. 49), el San Roque comenzó a asediar el área del Melilla, hallando fruto a este buen arranque con el golazo de Añete, que se encontró un rechace de la defensa en el borde del área y de volea mandó el balón a la escuadra.
El Melilla pudo adelantarse de nuevo en un gran disparo de Andrés Ramos a la media vuelta desde el borde del área, que envió Isaac a córner en una gran intervención. El San Roque también tuvo su oportunidad en un remate de Chema a una falta lanzada por Navarro que anuló el árbitro por un dudoso fuera de juego, y a continuación Andrés Ramos también tuvo la suya, tras un buen pase interior de Manolo Pérez que le dejó solo ante Isaac, pero el portero lepero le gano la partida al delantero del Melilla.
Este intercambio de ocasiones acabó con la jugada que al final sería decisiva para el resultado del partido. Juan Villar le manda un buen pase a Añete con el exterior del pie a la espalda de la defensa melillense; Dorronsoro sale de su portería para intentar evitar el remate del autor del empate lepero, pero lo que se encontró fue su pierna. El árbitro señaló el correspondiente penalti que se encargó de transformar Joaquín (m. 75), culminando la remontada lepera.
El Melilla no se resignó a irse de vacío del Municipal y buscó el gol del empate dejando muchos huecos a la espalda de su defensa. Sin embargo, la defensa del San Roque y el gran trabajo de Chema en el centro del campo evitaron que el equipo lepero pasara muchos apuros para aguantar el resultado.
El problema para el San Roques fue que no 'mató' el partido cuando tuvo ocasión de hacerlo, quedando expuesto a cualquier accidente hasta que el arbitró no decretó el final del partido, en el minuto 54 de la segunda mitad.
0 comentarios:
Publicar un comentario